El software imprescindible (II): Clasificación

En el primer artículo de esta serie mencioné las características que hacen imprescindible a un programa. Falta decir, desde luego, que la cuarta característica (junto con el precio, la facilidad de uso y la estabilidad/limpieza) es la aplicación específica, es decir, para qué quiero (o necesito) usar cada programa. Ese es el motivo de la clasificación que presento en este post.

En primer lugar están los programas para hacer (digamos, de trabajo, remunerado o no). En este grupo están los programas que uso para crear/revisar/modificar archivos de diferentes tipos en la computadora, y luego distribuirlos o enviarlos a otras personas.

Pertenecen al segundo grupo de programas los que uso para proteger mis archivos y mi computadora. Aquí incluyo el antivirus y las herramientas contra intrusos y metiches.

En el tercer apartado están los programas de aseo. Aunque sea muy prudente y organizado al usar la computadora, es muy útil tener herramientas que cuiden hasta el último detalle. Algunos de estos programas ayudan a entender cómo funciona la computadora, por ejemplo, para resolver problemas comunes, o saber qué decirle al “técnico” sin pasar por ignorante, o hacen la limpieza de la máquina para que no se acumule la basura a pesar de todo lo que me gusta experimentar; así puedo aprender sin sufrir tanto y conservando la “higiene informática”.

Finalmente, en cuarto lugar incluyo lo que me sirve para aprender y divertirme. No todo tiene que ser productivo; también es magnífico (y desde luego necesario) aprender y divertirse. En este grupo se cuentan mis herramientas de consulta y unos pocos juegos, algunos que me siguen divirtiendo a pesar de los años.

Como pueden imaginar, después de todo este por qué y para qué, es hora de poner los quiénes (una lista que tal vez no sea muy corta, pero sí muy útil; desde luego, en la lista se incluyen algunos programas que ya han aparecido en SesoLibre). En el próximo post de esta serie comenzaré a desglosar mi lista personal, con los programas de trabajo; les invito mientras tanto a hacer la suya para comentar luego si “son todos los que están, o están todos los que son”.

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