La moda del vino

3 Respuestas

  1. Alejandra dice:

    Me gustó tu texto. Divertido, directo, interesante. No habra otra clasificación entre los que disfrutamos del vino sin saber nada? Ahí metidita entre los que lo seleccionamos por los colores de la etiqueta y encima somos medio teporochos? Auchh…perdón, pero es que mi marido es el que selecciona los vinos, yo solo me los tomo con mucho placer,jejeje.
    Ojala y si nos traigas información sobre lo que se debe saber del vino, ya me he zampado varias botellas, pero nunca es tarde para comenzar a aprender, además me gusta mucho el tema. Salud oosss!

  2. Ivanius dice:

    Como aficionado a la (buena) comida y bebida, me ha tocado experimentar la extrañeza y el alivio en materia de vinos: extrañeza cuando me encuentro en grata compañía de algún enólogo más instruido que nos propone un caldo “con notas afrutadas y sabor a roble”… el comentario me hizo pensar que, en lugar de vino, lo que estábamos a punto de beber era limonada de English Leather; alivio cuando, después de un par de sorbos, la velada se convirtió en un interesante intercambio de opiniones del tipo “¿qué te recuerda este vino?”. Ese resultó ser el verdadero disfrute.

    Allí comencé a entender que “calificar” al vino tiene bases objetivas (que no sea vinagre) pero sobre todo subjetivas, que se basan en la experiencia de olores, sabores y visiones que muchas veces no son propias del vino, pero que el acto de beber hace presentes. Por eso, quien haya experimentado muchos sabores, colores, texturas y etcétera, podrá encontrar en el vino un disfrute particular y cada vez más específico.

    Desde luego, la segunda parte de este misterio es el llamado “maridaje”: saber combinar un vino específico con un alimento específico para lograr, otra vez, el máximo deleite “en boca”… Bienvenida esta colaboración, y que sean más. ¡Salud!

  3. Eduardo Llaguno dice:

    Disfrutar es lo que más importa con un vino, especialmente hacerlo junto con alguien y, lograr disfrutarlo en compañía, siempre se torna en una experiencia personal y social que trasciende al simple líquido.

    Un buen vino queremos que nos acompañe en un buen momento y cualquier momento puede ser un buen momento.

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