El software imprescindible (III): Productividad, primera parte
Como lo había anunciado, aquí están las herramientas “productivas” que me parecen indispensables para cualquier usuario que maneja diariamente la máquina en sus actividades formativas o profesionales.
Me parece que las tareas/funciones básicas de productividad al usar computadora son: En primer lugar, trabajo de oficina, navegación en Internet y correo electrónico; en segundo término, aunque casi tan importantes, compresión de archivos, manejo de imágenes y lectura de documentos PDF; y como complemento, comunicación “persona a persona” a través de la computadora. En ese sentido están ordenadas las opciones de la lista que sigue.
Cada caso incluye por lo menos dos opciones: mi elección personal (por lo regular, software libre o gratuito) y alguna alternativa (que puede ser comercial, libre o gratuita), acompañada de una descripción de lo que es y hace cada programa.
Quiero subrayar que esta es una lista personal: no pretendo decir la última palabra sobre el tema (y menos aquí en SesoLibre, donde hay más de uno que sabe bastante al respecto), sino simplemente presentar una opinión razonada que pueda servir de orientación a otros, especialmente aquellos usuarios “no técnicos”. Como el texto resultó (a mi pesar) bastante largo, por respeto a los lectores (y para provocar un poco de suspenso), en esta ocasión presentaré los tres primeros elementos.
1. El “paquete” de oficina
Mi elección personal: OpenOffice.org (Open Source)
La alternativa comercial: Microsoft Office (múltiples versiones)
Tercero en discordia: AbiWord (Open Source)
Este es el conjunto de programas conocidos como “office”: básicamente, procesador de textos (que sustituye a la máquina de escribir); hoja de cálculo (que es una combinación entre calculadora y control de ingresos/gastos); y herramienta de presentaciones (que ayuda a preparar exposiciones/conferencias/clases al estilo de un proyector de acetatos o diapositivas). Según sea el caso, el paquete también puede incluir herramientas para crear páginas de Internet, manejar gráficos o crear bases de datos. Estas tres herramientas, aunque pueden estar ya incluidas en el paquete de oficina, no son de uso común para todos los usuarios.
El mérito básico de OpenOffice.org para uso personal es el costo, desde luego. Aunque muchas veces las empresas y escuelas adquieren licencias de Microsoft Office y por eso nos acostumbramos a usarlo, es verdad que una licencia para uso en casa puede ser caro: en promedio, 1500 pesos ó 130 dólares. OpenOffice.org permite hacer prácticamente todo lo que su contraparte comercial sin hacer ese gasto. Sin embargo, el costo no lo es todo… la instalación de OO.org requiere menos de la tercera parte de espacio que la opción comercial (250 Mb frente a 800 Mb) sin contar con los extras que rara vez usamos y que acaban ocupando espacio valioso.
Para los que solamente requieren un procesador de textos, la mejor opción es AbiWord. Yo descubrí que (en casa) uso muy poco la hoja de cálculo (quizás una vez al mes), mientras que prácticamente todos los días escribo cartas y otras cosas. La herramienta de presentaciones prácticamente no la uso (en casa) porque normalmente los archivos de este tipo los recibo por Internet en un formato autoejecutable.
La única desventaja relativa que le encuentro a OO.org es la “curva de aprendizaje”, porque algunas funciones son ligeramente distintas a las del paquete comercial, ya sea en su nombre, en el procedimiento, o en los “atajos de teclado” (o “teclas de método abreviado”) a los que ya estaba acostumbrado tras largos años como usuario del paquete de Microsoft. En ese sentido, basta con un poco de práctica.
2. El navegador de Internet
Mi elección personal: Firefox (Open Source)
La alternativa comercial: Internet Explorer
Terceros en discordia: Mozilla, Opera
Internet es el pretexto más atractivo para adquirir una computadora, aunque la razón de fondo sea de trabajo o escolar. Sin embargo, para “ver” las páginas o sitios de Internet necesitamos un programa específico.
Aunque IE está ya incluido en Windows, eso no significa que sea gratuito, sino que su costo forma parte del precio que pagamos por el sistema operativo. Las ventajas de Firefox tienen tres aspectos básicos:
a) Seguridad, porque Fx no utiliza controles ActiveX. Los controles ActiveX son un componente propio de Internet Explorer que se emplea para muchas operaciones de registro e instalación de programas a través de Internet, y han sido siempre vulnerables a todo tipo de spyware y malware.
b) Navegación por pestañas (tabs): Esta función (tan exitosa que está siendo imitada en las nuevas versiones de otros navegadores incluido IE) permite cargar varias páginas o sitios a la vez y desplazarse entre ellos con toda facilidad, sin necesidad de quedarse esperando a que “cargue” toda la página o tener que abrir otra instancia del programa para seguir navegando mientras esperamos.
c) Personalización por extensiones: El instalador de Fx contiene todo lo necesario para navegar, pero es posible agregar literalmente cientos de funciones al gusto del consumidor, con lo que cada usuario puede armar el navegador a su gusto, por ejemplo, para realizar búsquedas de texto en una página, ordenar los archivos que descarga de Internet, consultar enciclopedias y diccionarios desde cualquier página o hasta organizar los sitios más frecuentemente visitados, entre otras posibilidades.
Mozilla (también código abierto) es en realidad el antecedente de Firefox y poco a poco ha ganado más adeptos. Opera se ha mantenido como una de las mejores alternativas a IE por su rapidez y limpieza, y aunque conserva su popularidad, ha cedido mucho terreno a Firefox, ya que aun cuando sigue mejorando, no (siempre) es gratuito. Por otro lado, ya se sabe que la próxima versión 7 de IE incorporará muchas de las ventajas que Firefox ya tiene; para muchos, esta es una señal clara de que Fx es mejor alternativa. El detalle es que los portales de algunos bancos y tiendas en México exigen IE y no permiten hacer operaciones en línea con Firefox; pero seguramente no tardarán en darse cuenta de que, por lo menos en Internet, no hay razón para limitarse a una sola opción.
3. Correo electrónico
Mi elección personal: Thunderbird (Open Source)
La alternativa comercial: Outlook y Outlook Express
Terceros en discordia: PegasusMail (Freeware) y Sylpheed (GNU GPL)
El correo electrónico y el navegador son programas hermanos que habitualmente vienen juntos y comparten características “de familia”. Outlook (que debe adquirirse como parte de Microsoft Office) y Outlook Express (que es parte de Internet Explorer) utilizan controles ActiveX, como su “hermano” Internet Explorer… y por lo tanto están expuestos a su misma vulnerabilidad ante virus y otros programas dañinos. Thunderbird, como Firefox, utiliza extensiones para agregar funciones específicas al gusto del usuario, como por ejemplo para clasificar o manejar los correos, el directorio de contactos y muchas otras cosas, como los filtros de correo, que pueden seguir reglas predeterminadas y además “aprenden” rápidamente a identificar a los intrusos.
Una ventaja de Thunderbird que me parece fundamental (y que no tiene Outlook Express) es la capacidad de eliminar los archivos anexos (“attachments”) para conservar en el programa de correo únicamente los correos, y guardar los anexos en otro lugar. Con esto se puede mantener el orden y ahorrar mucho espacio. Algunas versiones de Outlook sí pueden eliminar archivos anexos.
El inconveniente de Thunderbird es que su configuración no es del todo simple, sobre todo con algunas cuentas de correo o proveedores de acceso a Internet (como Cablevisión y AT&T en México), y que no permite descargar los correos de Hotmail a tu máquina, lo que desde luego sí es posible en Outlook y Outlook Express porque Hotmail es “de la familia”. Esta es la única razón por la que Outlook Express permanece en mi máquina personal.
Por su parte, PegasusMail sigue adelante como alternativa no comercial a los productos de Bill Gates. Su sobrevivencia, aparte de la solidez del software, se debe a la venta de los manuales de producto (que son la única fuente de ingresos para el creador de PegasusMail); el programa en sí es gratuito. El recién llegado Sylpheed, un desarrollo venido de Oriente, se ha hecho bastante popular y goza de buena fama por su estabilidad y limpieza, además de que su apariencia es más cercana a los clientes de correo tradicionales, sin tanta novedad en los comandos y funciones.
En la próxima entrega comentaré la segunda parte de mi lista de software de productividad: imágenes, archivos PDF, compresión de archivos y conversación a través de Internet.
Solo para aclarar que ya salió el nuevo Thunderbird 2.0 el cual tiene más monerías para visualizar los correos, marcarlos y buscarlos.
Claro sobra decir que el Firefox 2.0 igualmente salió y no añade mucho más pero sigue siendo mi browser preferido.