Por cierto…

alberto estrada

Consultor de corazón acostumbrado a torear ingenieros y clientes molestos. Chancho también de corazón, escribo con otro carnal, el chanchopensante.com Amante de la vida. Ese soy yo.

2 Respuestas

  1. Eduardo Llaguno dice:

    Solo para enfatizar lo que dices sobre lo etéreo de lo que hacemos o expresamos, es que el papel es una tecnología que igual de fácil puede perderse, deshacerse o quemarse (solo recordar Alejandría). Los archivos electrónicos son más manipulables y reproducibles pero tienes razón, quizá mañana olvidamos el pasguord y pierdes todo. O al revés mañana lo encuentra y lee un monigote que vive en mongolia (y sabe español claro) que de otro modo nunca lo hubiera visto.

    Mmmm por eso creo yo que mejor expresa como quieras lo quieras, pero no te lo guardes.

  2. Ivanius dice:

    Nunca como ahora los recuerdos tienen tantos lugares (o pretextos, o vehículos) para plasmarse/perderse/encontrarse.

    Me confieso más apegado al papel, más aficionado al contacto directo, al instante significativo, al cruce de palabras con un brebaje favorito. Me sigue gustando más eso que pensar en el lejanísimo lector de mis “tripas embarradas”.

    Claro, en todo hay extremos. Como (por ejemplo) el “Gmail Paper”, puntada de Google para el pasado “día de los inocentes”. Quede la liga como otro comentario (válido, creo) a lo que dice aquí Alberto.

    http://mail.google.com/mail/help/paper/index.html

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