Hielocos: Un viaje nostálgico a los años 90

Era una época de inocencia y diversión, cuando los niños de los años 90 en México se reunían en los patios de las escuelas para jugar con sus preciados Hielocos. Estas pequeñas figuras de plástico, que se volvieron un fenómeno cultural, eran más que simples juguetes; eran un símbolo de una generación y una moneda de cambio en el patio de recreo.

Los Hielocos, también conocidos como Crazy Bones, fueron inspirados por un juego que se practicaba en la antigua Grecia llamado angatropofiano, que los niños jugaban con nudillos de oveja. Este antiguo pasatiempo también es conocido como el juego de las tabas. Los Crazy Bones son una modernización de este juego y están hechos de personajes moldeados de plástico. Cada personaje tiene un rostro y nombre único, y las diferentes formas de las figuras hacían que rebotaran siguiendo diferentes patrones, volviendo a algunos Crazy Bones más ventajosos sobre otros.

En la década de los 90’s Coca-Cola sacó en México la promoción llamada Hielocos. Se trataba de Crazy Bones de las series Originals (Originales), Things (Cosas), Aliens, Sports (Deportes) y Rockers (Rockeros), de los cuales la Coca-Cola compró los derechos de los moldes para distribuirlos en Latinoamérica. Los paquetes de Hielocos se cambiaban por dos taparroscas o corcholatas de la bebida y un poco de dinero. En los paquetes venían dos o tres Hielocos, calcomanías y tarjetas de colección.

Revivir la época de los Hielocos es revivir una época de sencillez y diversión, donde la alegría de un niño podía ser comprada con un par de chapas de Coca-Cola y un poco de cambio. Los Hielocos no solo eran juguetes, sino también una forma de socialización, un medio para hacer amigos y un motivo para salir al aire libre. Aunque los tiempos han cambiado, la nostalgia de los Hielocos sigue viva en el corazón de aquellos que crecieron en los 90’s.

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