Y mañana ¿qué es lo que voy a fuí?

Reloj en VeneziaImaginándome eterno, como un ser que ya ha estado aquí y mañana seguirá en algún lugar. Imaginándome que el tiempo solamente nos ata a este estado en el que vivimos hoy, quizá solamente en nuestra mente, y que ese tal “tiempo” realmente no existe. Quisiera pensar que mañana puedo regresar a este mundo, pero no necesariamente al futuro, sino simplemente regresar para aprender alguna lección necesaria para este ser que soy yo, sin importar que dicha lección caiga en el pasado. ¿Por qué el tiempo?, ¿por qué la secuencia eterna de eventos?, ¿por qué al vivir “ahora”, ese momento lo pierdo de inmediato? ¿Se convierte “mi ahora” en pasado en forma instantánea? Mi deseo más aferrado de vivir mi presente ¿es solo una ilusión? Así parece, pues cuando más me concentro en vivir ahora, este pasa velozmente al pasado.

Y si ya fui en el pasado lo que voy a ser mañana, después de que muera puedo preguntarme ¿qué es lo que voy a fui?, ¿qué seré mañana después de morir? ¿Regresaré al pasado de nuestro mundo actual? ¿Realmente existe el tiempo? No lo he podido atrapar, ni ver, ni analizar. Solamente vemos sus representaciones, relojes y cronogramas; sólo su imagen inventada: ¿realmente existe? ¿Quién es ese tiempo que nos llena de culpas y traumas en nuestro pasado, que nos deja con trofeos y momentos magníficos, que no puedo envolver y traer conmigo?

¿Quién es ese tiempo que nos promete mañana nuevas cosas? Al pensar me digo: “Mañana haré lo que no hice ayer”; “Mañana recibiré lo que no recibí hoy”. Ansío mañana, ¿y para qué? En realidad no existe, y cuando sea, instantáneamente dejará de ser.

Queremos una gran casa, auto, ropas, aparatejos. O quizá queremos otras cosas: un gran conocimiento, acumular obras -mías o de otros-, conocer el mundo, que mis hijos sean exitosos (¿y qué es “éxito”?), ansiamos una reunión, una rica discusión, un amigo, una vida…. Y cuando llega todo lo que ansiamos, instantáneamente, sin poder evitarlo, al intentar tocarlo, deja de ser y comienza a pertenecer al “pasado”, esa cruel invención que viene con el “tiempo”.

¿Y quién soy yo, si incluso mi imagen en el espejo es solo un pedazo visible de lo que fui y ya no soy?

Nos dan montones de “métodos” y “fórmulas mágicas” para que nuestro mañana sea mejor. Para que encontremos la gloria, para que seamos felices eternamente. ¿Y quién nos da la fórmula? ¿A quién le puedo creer? Sólo a mí. Creo que soy y que sólo yo puedo hacer o deshacer. Permanecer quieto, inmóvil o crear, mover, cambiar. Sólo Yo. Nadie puede enseñarle a “Yo”; nadie lo conoce y -por ahora- ni siquiera yo me conozco. “Quién soy”, “quién fui” o “quién seré” no sirven, pues no existen. ¿Quién soy? ¿Quiénes somos? ¿Acaso no estamos conectados? Siento que formamos parte de algo más grande y no estamos por debajo de ese gran cuerpo que formamos todos, las rocas, los delfines, los hombres; una célula, un átomo; todo forma parte de algo más grande… y sin embargo sólo soy “Yo”.

No tiene caso preguntarme por mi mañana, ni mi ayer, ni por lo que seré, ni lo que voy a fui, u otra loquera que se me ocurra. Sólo soy; no en presente, ni pasado, ni futuro, los cuales quizá ni existan. ¿Quiénes somos? ¿Quién soy?

Comentarios

comentarios

Eduardo Llaguno

Eduardo ha trabajado por 24 años en muy diversas áreas de TIC con amplia experiencia en administración de proyectos, nuevas tecnologías y como emprendedor.

4 Respuestas

  1. Manuel Meza dice:

    VALE!!!!! que bien fumado está y sí está…o ¿no?

    Me late…

  2. Eduardo Llaguno dice:

    Sin duda escribir algo así sería el resultado natural de fumarse un buen carrujo, sin embargo no fue el caso; logré los resultados sin necesidad de el, jajajaja.

    Saludos

  3. Alberto dice:

    Sabrosa reflexión para un día de lluvias.
    Todas esas preguntas subyacen en la mente de todos nosotros, nada más que hay algunos que, o de plano no les hacen caso y otros que sí lo hacen -yo incluído-, pero las dejamos para otro día. Y mientras, pos pagamos la luz, el teléfono, el agua, el escai, la escuela, el prodiyi, agendamos y movemos citas, cobramos, facturamos, comemos, leemos el periódico, viajamos, compartimos…

  4. Ivanius dice:

    “SesoLibre” tiene muchos significados. Es bueno encontrar una reflexión que lo demuestra, invitando a compartir. Sin anclarse. Sin temer. Dejando, pues, libre el pensamiento. Para que a las ideas no se las lleve el viento…. o tal vez sí…

    Saludos

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