Viva el open sors

Pues si.

Hace unos meses renové mi traqueteada lapPC por una flamantísssima MacBook Pro, toda ella de aluminio; sexy sexy sexy.

Al principio no me lo parecía tanto, y perdía bastante de ese apíl, por el hecho de la mudanza; el suich. “Uuuy, es de lo más facil pasarse de tu PeCé a una mac… clic clic, no mames, yastás del otro lado” rezaba el sitio de apol.com/suich

Y pues que ai voy.
Aguantándome las ganas de llorar, y mordiéndome uno, la adquirí en la famosa tienda en línea “ya para México”. Cara como hecha a mano.

“Uuuuyy vas a ver que con el ButCámp ya no voy a andar cargando el ladrillo aquel de más de 2 kg de pura batería. Nomás una reiniciadita, y yastoy; dos en una… ¿eeehh?”

Me acuerdo que hasta andaba yo de abogado de estíb yobs diciendo al buen wontolla que la mac era la qué digo octava: sexta maravilla; y del mundo antiguo.
Bueno, pues cuando me tocó a mí el suich; que me fue de la pedrada.

Primero, el meil de auluc a enturash.
Coñññññño.

Pein pein pein in di as. Me pasé como dos días brincando la información.
Después, la sincronización con la PPC WinMobile 5. Uff. Eso si fue más tardado.

Ya que creía yo estar listo… el brinco. Después de trabajar como ingeniero usando el CMD, RUN, WIN-esto, WIN-aquello… llego al OSX.
Nada estaba donde acostumbraba, las cosas muy diferentes, muy chulas eso sí, pero nada funcional para mi estilo de trabajo. Mi guorflou estaba herido de muerte a mi lado y yo como el pendejo, nomás viéndolo desangrarse, y sobre todo, siendo la persona más improductiva del mundo.

Bueno, al menos de mi equipo de trabajo.
Cosas que me tomaban horas, ahora eran DÍAS. Eso y que mi estómago ya no aguantaba la lumbre gástrica del que no chambea y ve el trabajo apilarse.

Ya en la investigación, y viendo que no podría ser peor la pérdida de tiempo, me propuse hacer todo por la derecha con esta máquina.
Cargué Gimp, Kompozer, Filezilla, Inkscape, Blender y todas esas cosas que he leído en este espacio y me decidí a rebelarme contra el chinche establishment. Fuera Adobe de mi máquina.

Tres meses después, y una cuenta gorda de sicólogo, una amenaza de conseguirse nuevos talentos por mi lentitud y sobre todo un estómago resentido por tanto ácido, tengo que declarar que fue EL DIL.

Se me ocurre hacer un acróstico de GIMP, enviar muchas tarjetas perfumadas al equipo de Filezilla, bautizar a mi siguiente hijo Blender y escribir todo con K en honor a Kompozer. ¿Donde me escribo gracias? ¿dónde más? digo…

Ahora mis webs, cursos y manuales onlain y demás cosas, tendrán el orgulloso sello “hecho con open sors”

A huevo.
Y todo por leer sesolibre.

Chale; lo más infortunado será el bauns back. Porque estoy seguro que ocurrirá, porque con las evidencias en la mano, les digo: “nunca digas ‘de esa agua no he de beber’…”

Así sea la agusanada del Nilo.

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