La digestión y el estrés ¿Cómo se relacionan?

La digestión es un proceso complejo que implica la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes esenciales para nuestro cuerpo. Sin embargo, ¿sabías que el estrés también tiene un impacto significativo en este proceso? El estrés no solo nos hace sentir como si estuviéramos caminando sobre cáscaras de huevo, sino que también puede afectar nuestra digestión de maneras que pueden sorprenderte.

En primera, es importante entender cómo afecta nuestro cuerpo el estrés. Al estresarnos, el cuerpo libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, que tienen un impacto en nuestra digestión. El cortisol puede aumentar la producción de ácido gástrico, lo que puede causar indigestión y reflujo. La adrenalina puede disminuir el flujo de sangre hacia el tracto gastrointestinal, lo que puede retrasar la digestión y causar estreñimiento.

Además, el estrés también puede modificar nuestro apetito, llevándonos a consumir cantidades desbalanceadas de alimentos. Sumado a esto afecta nuestra capacidad para masticar y tragar correctamente. Al estar estresados, es más probable que comamos de manera apresurada y sin prestar atención, lo que puede llevar a problemas de digestión como la deglución de aire y la indigestión.

Pero ¡no todo está perdido!, una de las mejores maneras de aliviar el estrés y mejorar la digestión es mediante la práctica de técnicas de relajación, como la meditación, el tai-chi y/o el yoga. Estas actividades ayudan a reducir los niveles de cortisol y aumentar el flujo de sangre hacia el tracto gastrointestinal.

Otra solución es asegurarse de comer de manera adecuada y lenta. Tomate el tiempo para masticar bien y saborear tus alimentos, ayudará a evitar problemas de digestión y a disfrutar más de la comida.

Finalmente, es importante recordar que el estrés es una parte natural de la vida, pero cuando comienza a afectar nuestra salud, es importante tomar medidas para aliviarlo. Ya sea mediante la práctica de técnicas de relajación, comiendo de manera adecuada o buscando ayuda profesional.


En resumen, la relación entre el estrés y la digestión es compleja y a menudo subestimada. El estrés crónico puede afectar negativamente la digestión al afectar los procesos digestivos y disminuir la absorción de nutrientes. Sin embargo, hay medidas que pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la digestión. Es importante recordar que el estrés y la digestión están interconectados y trabajar en ambos es esencial para mantener una buena salud.

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